comenzar estos diarios... en este espacio líquido, como dice Bauman. como ejercicio -¿gimnasia?- de una memoria, de un atrevimiento. y por qué no, de un compromiso. comenzar estos diarios sorprendido por un pensamiento: "ya no le tengo miedo a la palabra". y ahora me pregunto, si entonces era la palabra, o los hombres que la sostenían, quienes me aterraban.