un falso amanecer -nos dicen-, y unos sonidos negros a la vuelta de la esquina.
un largo silencio ha recorrido este diario, atrás quedaron los días felices de nuestra exposición en Barcelona con M y el filósofo SMB. y después este dichoso invierno que ha traido tantos profetas cariacontecidos y anuncios de desolación. el naufragio es evidente -se unen ya demasiadas voces-. la miseria nos atrapa lenta pero implacablemente. insensible a nuestra propia credulidad en un mundo injusto, quieto e inmutable. ¿y para qué bardos entonces en estos tiempos miserables? pueblo despierta, quizás nos llegó la hora.